Este pequeño recorrido nos permite acercarnos al ecosistema fluvial del río Gévora, uno de los mejores conservados de la Península. El paseo se inicia junto a los restos de un antiguo puente, muy cerc... (más +)
Este pequeño recorrido nos permite acercarnos al ecosistema fluvial del río Gévora, uno de los mejores conservados de la Península. El paseo se inicia junto a los restos de un antiguo puente, muy cerca de la gasolinera. Debemos cruzar la carretera y siguiendo esta direcciónpasaremos entre la antigua fábrica de harina y sus enormes silos metálicos.
Continuaremos por una vereda junto a la orilla del río hasta una pequeña presa, llamada La Pesquera, pudiendo contemplar la típica vegetación de ribera formando un tupido bosque de galería de alisos, fresnos, sauces y morales que se mezclan con otras especies cultivadas como la higuera.
Poco a poco abandonamos el cauce para seguir por antiguos caminos y veredas que dan acceso a huertas, olivares, pequeñas zonas de pasto y eucaliptales, flanqueados por paredes de piedra o lindes naturales formadas por espesos zarzales, majuelos y peruétanos.
Es especialmente interesante en este recorrido apreciar los múltiples vestigios que dan fe del aprovechamiento que el ser humano ha hecho de este cauce a lo largo de la historia. Así encontramos pequeños azudes, acequias y molinos, pasarelas y muros de contención. Precisamente, la ruta finaliza cuando se llega al llamado molino de Los Batanes que durante tiempo fue utilizado para enfurtir paños.
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