Longitud de la ruta: 3 km (aproximadamente).
Duración: 2 horas (aproximadamente).
Dificultad: Alta.
Época: Otoño, invierno y primavera.
Localización: Castillo de la Culebra, situado en el cerro de... (más +)
Longitud de la ruta: 3 km (aproximadamente).
Duración: 2 horas (aproximadamente).
Dificultad: Alta.
Época: Otoño, invierno y primavera.
Localización: Castillo de la Culebra, situado en el cerro del mismo nombre. Se accede desde la calle Castillo. Para la subida usamos una senda, próxima a los depósitos de agua.
RECORRIDO
La ruta comienza en la Oficina de Turismo subiendo por el paseo lateral que recorre toda la carretera que une con Palomas, hasta llegar a la Calle Castillo. Allí, subirá una pequeña pendiente continuando por el sendero que llevará al caminante hacía la izquierda uniéndose al camino aledaño a los depósitos del agua donde el senderista irá conquistando terreno, atravesando zonas salpicadas tan sólo por acebuches, tomillos y matorrales junto a las hermosas orquídeas y los almendros en su época de floración.
A media ladera encontramos una bifurcación desde donde acceder a uno de los tres aljibes de agua natural que se pueden ver en la falda del castillo. Para ello, se debe entrar por una de las primeras puertas que se encuentra en el sendero la cual está formada por un arco que transporta al caminante al S.IX.
Entre murallas y roquedos la conquista del castillo continua hasta la “Puerta del Sol”, con un pequeño mirador, desde el que se puede apreciar la forma de campana que tiene Alange y, como si fuera un soldado enviado por el Emir de Córdoba Muhammad I, el caminante continua su acceso por una senda estrecha cercada de rocas y peñas para encontrarse de frente con el cuerpo principal de la fortaleza, siendo este uno de los tramos más dificultosos de toda la ruta .
El senderista puede imaginar las cruentas luchas que se librarían delante de la Torre del Homenaje o cómo los árabes pudieron dominar toda la comarca, ahora transformada con impresionantes panorámicas del lago desde donde se pueden divisar las numerosas poblaciones circundantes: Mérida, Don Álvaro, Villagonzalo y La Zarza, entre otras, además de lugares de interés medioambiental como el río Guadiana, la Sierra de Peñas Blancas y la Sierra Grande de Hornachos.
Tras haber conquistado el castillo, el caminante comenzará su bajada contemplando los restos de una calzada de la antigua puerta de Mérida y con los mejores tramos de la muralla de poniente que se conservan, dejando a la izquierda los promontorios rocosos cuarcíticos conocidos como “Callejón de los Frailes” que mira a la presa.
La bajada se producirá por la zona de umbría, donde se encuentra una vegetación más cerrada debido a las condiciones climatológicas de la zona. Se bordeará otro de los aljibes dejando el cerro a la derecha divisando algunos de los torreones suspendidos en los roquedos. La senda se une al camino aledaño a los depósitos de agua para bajar por el mismo lugar que accedió.
ENTORNO
El macizo rocoso del cerro del Castillo por su configuración presenta dos zonas con distintas condiciones climáticas, la solana con una vegetación resistente al sol y a las altas temperaturas, y la umbría, con una riqueza botánica que solo seria posible en sus condiciones de humedad.
Debido a sus condiciones climáticas y a su entorno natural, posee una gran riqueza botánica gracias a la cual podemos citar diversas especies de orquídeas, lirios, el majuelo, geranio silvestre, cornicabra y acebuche. También podemos ver una amplia variedad de aves: roquero solitario, collalba negra, águila perdicera, vencejo real, vencejo cafre, golondrina daúrica, escribano montesino y búho real. Entre los reptiles los más comunes son la culebra bastarda, de herradura, culebra lisa meridional, salamanquesa rosada, la lagartija colirroja y el tritón pigmeo.
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