Es la playa situada más a poniente de Barcelona y, junto con la de la Barceloneta, es una de las más antiguas y de mayor tradición de la ciudad. Aquí se instalaron los primeros establecimientos de baño, que entonces, a principios del siglo XX, ¡era una actividad lúdica reservada a las clases acomodadas de la ciudad! La reciente construcción de un hotel ha permitido crear una pequeña cala muy tranquila donde encontrarás diversos restaurantes.