Sin duda, uno de los miradores más privilegiados del Miño y se encuentra frente al Bom Jesus de Braga. El valle del Cávado a sus pies al sur y el valle de Neiva al norte permite apreciar las dos vertientes del Miño, más humanizado e industrializado en el sur y más rural y natural en el norte. Este cerro es un patrimonio cultural, arqueológico y religioso muy interesante. Se destacan la Capilla de S. Lourenço, el memorial a D. Nuno Álvares Pereira y los vestigios de la citânia de Roriz / Oliveira, además de la capilla de Senhora do Facho en el punto más alto de la colina.