Sus orígenes remontan al siglo XIII, con la construcción de una pequeña ermita.
Este templo se fue ampliando, principalmente por el paso del Camino de Santiago.
Tras un periodo de auge, entre los siglos XIV al XVIII, albergando incluso un convento,comenzó una época de decadencia, con la entrada de las tropas de Napoleón, siendo poco después destruido por el fuego.
Rápidamente el pueblo mostró interés por reconstruir el santuario, y fue en el año 1957, cuando la familia alemana Honingman-Bayer financió la reocnstrucción.