share
Uno de los pueblos que volvió a la vida gracias al Programa Interministerial de Pueblos Abandonados, puesto en marcha en 1984 por el Ministerio de Educación y Ciencia, el Ministerio de Medio Ambiente y el Ministerio de Vivienda.
Como tantos otros, quedó despoblado por la construcción de un pantano. En este caso, el embalse homónimo (alimentado por las aguas del Ebro) inundó gran parte de la localidad, pero se salvó su parte alta. Las obras rehabilitaron casi toda esta zona, incluida la iglesia parroquial de San Martín (siglo XVIII), y en la actualidad se utiliza como enclave educativo para diversos proyectos con estudiantes, como ‘Volver a Búbal’, audiolibro que narra la historia del pueblo a través de un cuento y diez canciones.