Perpendicular a la Basílica Julia se erigen las tres hermosas columnas con capiteles corintios del templo de Cástor y Pólux. El aspecto esbelto de las columnas, las dimensiones de los capiteles corintios, el uso de mármol blanco recuerdan la magnificencia que Augusto quiso para su ciudad. El templo fue construido en honor a Cástor y Pólux, hijos de Júpiter y Leda, que según la mitología aparecieron justo en este punto a los romanos para asegurarles la victoria sobre los Latinos.