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El mirador de la Faya está construido sobre una gran peña, desde donde es posible contemplar el asombroso paisaje arribeño, las altas paredes verticales que el Duero ha dejado en la roca a lo largo de los siglos creando una frontera natural entre dos países hoy hermanos: España y Portugal.
A lo lejos se divisan los bancales ya abandonados, terrazas artificiales que permitían evitar el gran desnivel y cultivar en ellas vides y olivos.
Donde los bancales acaban, y el arribe es más pedregoso, pastaban las ovejas y las cabras de los vecinos de Villarino de los Aires.
El mirador y el camino que accede hasta él está perfectamente indicado con carteles ubicados en las calles del pueblo.
En el mirador se ha habilitado una zona con asientos en la que se puede visionar el espectacular paisaje natural de los Arribes del Duero, Portugal (Bemposta) y del propio pueblo.
En este lugar nos podemos encontrar con restos arqueológicos que nos indican que existió un castro. Estos restos se suman a los existentes en las zonas del Teso de San Cristóbal, Media Trabanca o la Jara.
La Faya fue el lugar de asentamientos de los antiguos pobladores del actual pueblo de Villarino. Esta zona se caracterizaba por ser muy elevada y con buena visibilidad. Aprovechando estas circunstancias en la época en la que se fortificaron las localidades fronterizas con Portugal se debió construir un castillo en este lugar.
Pero con el paso del tiempo y la evolución creciente de la población del municipio, las piedras de esta fortificación fueron utilizadas para las diferentes construcciones de viviendas y bancales.