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Conocida desde antaño con el nombre de Laguna de los Ojos del Arquillo; lo que nos ayuda a conocer la singularidad de su funcionamiento y origen. Se trata de un represamiento travertínico (toba) en el cauce del río de mismo nombre, producido por la precipitación del carbonato cálcico en las plantas que pueblan el cauce. Es una referencia a nivel internacional de este tipo de lagunas, junto con el complejo de las Lagunas de Ruidera y la de Uña en España o las de Plitvize en Eslovenia. Está declarada Monumento Natural, el complejo estaba constituido por cinco lagunas, cuatro de las cuales se desecaron para el uso agrícola.
En el entorno de la laguna podemos observar casas cueva, utilizadas por los habitantes que utilizaban los recursos naturales, sobretodo pesca y agricultura. Se pueden ver rastros de asentamientos neolíticos y pinturas rupestres. En primavera la floración de los nenúfares, las peonías y el tarraguillo, es espectacular.